La Verdad gozaba de un prestigio reluciente
que nos
hacía sospechar de sus medallas
así
que la rapamos a navaja
le
dijimos ahí te quedas
en
este callejón de cuervos
por
antigua y embustera
porque
las mejores cosas de la vida
aquellas
que te atrapan por el centro de tu centro
las
que estallan en calambres de alegría
las
cosas verdaderamente eternas
son
mentira:
El
amor,
El
juego por el juego
El
arte, el
vino, las canciones que te sabes
El
vuelo de los pájaros que tejen y destejen
las sábanas del cielo
las sábanas del cielo
El hombre que se ríe en un pasillo estrecho
el que llora en una fiesta de disfraces,
el verano
aquella noche,
el paraguas de un amigo en la tormenta
los sapos que te siguen sonriendo,
el que llora en una fiesta de disfraces,
el verano
aquella noche,
el paraguas de un amigo en la tormenta
los sapos que te siguen sonriendo,
los
siempre nos quedará París o nuestro barrio
la memoria,
cuando falla y cuando acierta
la memoria,
cuando falla y cuando acierta
la
ternura, su
ternura
la
mirada, tu
mirada
La vida fue, es y será siempre mentira.
Platón, todo
era mentira
la
belleza era mentira
la
justicia era mentira
la
verdad era mentira
incluso
la poesía ¡ay¡
me
temo que también
este
poema
Lástima, creí que tú eras verdad... Aunque quizá sea mejor así.
ResponderEliminarSalud-os