Hay reyes blancos, negros, pero sin ninguna magia
hay ratones pero no les
interesan nuestras muelas
los
dioses existen pero tocan la guitarra o hacen pelis
aunque
en cierto modo resucitan a la gente.
Esa desazón con que escurrís la almohada
sin poder dormir, ese miedo
a lo desconocido
no desaparece nunca.
Lleváis razón hay monstruos
pero solo rugen por dinero y
no se trata de eso,
hay un reino para la
imaginación
pero es estrictamente
incomunicable,
esa celda detrás de vuestra frente
os acompañará toda la vida
siempre igual pero siempre
diferente.
Existe la verdad pero depende cómo,
cuándo, y además tampoco.
Hay una puerta de salida
para cualquier problema:
saltar por la ventana
hay muchos motivos para
estar asustado
hay amores de cuento
pero casi siempre duran
tres o cuatro estaciones de
metro.
Hay países de nunca jamás pero no iréis
nunca jamás por falta de tiempo o presupuesto.
Hay héroes pero huelen mal y
son adúlteros,
y pócimas secretas pero las
conocen todos.
Hay un cierto interés en
irte con un desconocido
Ya es hora de aclarar algunos puntos…
cuando seáis mayores -queridos
niños-
tampoco lo entenderéis.
Este poema... ¿no habrá salido a raíz de nuestra pequeña conversación? Jajaja.
ResponderEliminarOh, vaya, ojalá me hubieran dicho esto mismo cuando era más pequeña, y ojalá se pudiera predicar ahora sin necesidad de la venda protectora y los tabúes que les imponemos a los niños.
Es simplemente genial. No podría estar más identificada ni más de acuerdo.
Teresa.
PD: de nuevo abusas de tu palabra preferida "podrido" ;)Pero está bien, quizás forme parte de tu seña de identidad.
ResponderEliminarHaciendo memoria creo que sí salió de aquella charla.. Mi seña de identidad no puede ser la podredumbre, voy a tener que diversificarme desde lo podrido¡¡¡ jeje
ResponderEliminarGracias Teresa