hará casi seis años
apenas salíamos del cuarto
nos pasábamos la noche en plan
salvaje
yo con más entusiasmo que otra cosa,
ella con mucha más paciencia,
juntos y felices bajo las sábanas
blancas
de un nuevo documento de Word.
En la ventana un cielo absurdo de
metal fundido
y en aquella mesa siempre, mi ron oscuro
con una pizca de coca-cola.
Pasado el tiempo de las primeras
veces
nos saludamos hoy sin tanta retórica
fingida
sin Baudelaire, ni Rimbaud, ni Gil de Biedma
mirando desde el mueble lo que
hacemos.
Convivimos en dóciles mañanas de domingo
arrebatadas para siempre a la
resaca.
Ella lleva mucho menos maquillaje
sostiene en la cocina su café cortado
con esa bata, esas pantuflas
y esas ojeras tremendamente azules
Y yo la miro y no sé cómo explicar
que sea capaz de forrar de espuma
el fondo de todos mis precipicios
y hacerlo con una media sonrisa
que no conduce a ninguna parte.
No sé si será el amor de mi vida
o un modo menos afilado de hacerme
viejo
pero una cosa es cierta
no nos va mal del todo
la Poesía y.yo tenemos
un prometedor pasado por delante.
Como casi siempre,
ResponderEliminarUna gota de saliva
Que ha invertido su recorrido
Y se ha quedado en el aire
justo enfrente de alguien
Para que vea,
a modo de lupa
a través de ella,
una realidad
un poco más
bonita.
¡Gracias!
EYYY eso está muy bien. Quién eres??? Da la cara, poeta.
ResponderEliminarme ha gustado mucho
ResponderEliminarFeliz cumpleaños, poeta. Espero que continúes muchos años más asombrándonos con tus escritos. Gracias, Miguel.
ResponderEliminarMuy linda poesía. Rafael
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