Sentado aquí
sobre la taza fría de loza
blanca
como todas las mañanas rosadas
del mundo
he pensado en mi vida.
En la temprana intromisión de la conciencia
a través de esas grietas
por las que hoy
se me derraman los nervios,
he pensado en la soledad
como un disfraz pegado bajo
la última piel,
en la
serenidad y sus mariposas de cemento,
en la ilusión con su
sencillo traje de costuras rotas.
He pensado en mis poemas,
en todas las palabras que he
guardado
como uno de esos viejos
idiotas
que acumulan escopetas sin
propósito de sangre,
tan solo para darles lustre.
He pensado en el amor,
esa inmensa ballena negra, reluciente
que te traga y te refugia
pero no se acuerda de tu
nombre.
He pensado en ti.
He pensado… en lo que me mataba de ti
que era tu puta cinética
tu manera de convencer al
aire
tu manera de coger un boli, por ejemplo,
como si diecisiete
bailarines rusos
te hubieran asesorado sobre
el tema.
Y para colmo todo estaba en mi mirada.
Y he seguido pensando en ti…
un rato más
antes de tirar de la cadena.
Muy, muy bueno. Eres incisivo y preciso. Me encanta.
ResponderEliminarGracias estela, me anima mucho tu comentario. Un abrazo
ResponderEliminar"Tu manera de convencer al aire".....me encanta ese verso....y el de los diecisiete bailarines rusos asesorando....Las palabras guardadas...profundo ese verso.
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