Hace mucho que me despierto entre mis miedos
son tantos
y además tan azul adentro,
tan grises y barbudos
algunos tan constantes
que llevan mi sombrero y mis lunares
que estrenan mis camisas y
mis sueños.
Terminan por hacerme compañía
desde hace tiempo les invito
al desayuno
charlamos, reímos, morimos
doce veces por semana
a veces nos tomamos el café
con seis galletas.
Esta manera de empezar el
día
me previene contra los días malos.
El mes pasado firmamos un
contrato de mil años
yo les afeito, les limpio
los oídos
les llevo hasta el trabajo
y ellos me ayudan a ganarme
el sueldo
en vacaciones les dejan
pasar en los hoteles
hasta hay gente que me mira
y advierte su presencia.
¡¡Qué ternura ¡¡
Un hombre con todos sus miedos atados al tobillo
como una legión de sombras
al cuadrado
¡¡Pobre hombre¡¡
Lo que debe gastar en dioses
y dentistas
Lo que debe gastar en libros
de poemas
¿Qué van a tomar ustedes
ventisiete?
nos dice el camarero con apuro
como quien habla a una
familia cubierta de pirañas.
Y así transcurre el día a
día
destripando primaveras
acariciando palabras como
gremlins buenos
ni mal ni bien hasta que por
la noche
llegamos juntos a la playa
de tus ojos
allí les dejo en plena
orilla
y me zambullo solo
entonces nado, vivo,
persigo estrellas en el fondo de tu espalda
navego con la espuma de tu risa
hasta te beso tiburones,
pero a la mañana siguiente
cuando me despierto seco
allí están ellos
pacientes
esperando…
La familia es la familia
hasta la muerte
la familia tira mucho
ya se sabe.