Para los que seguís Mis pies de mono informo. El próximo miércoles 3 de febrero voy a recitar poemas nuevos y viejos en NdelT, un bar de La Latina. Llevo unos cuantos meses sin saltar al campo a jugar un partido poético completo, he estado en una especie de retiro espiritual que en el fondo no ha sido ni tal retiro ni nada espiritual. Tengo ganas de volver al micro. La entrada y la salida son gratuitas.
miércoles, 27 de enero de 2016
viernes, 22 de enero de 2016
Nietszche estaba equivocado
Dios
está mayor
Dios
no ha muerto todavía.
Dios
lleva unos cuantos siglos
jubilado
Baja
todas las mañanas
con
su chándal de estrellitas
y
sus manos a la espalda
a
contemplar el mundo.
Primero
hace un poco de ejercicio
en
una de esas bicicletas estáticas
que
ponen en los parques
Dios
se monta, pedalea
y
lentamente van girando las galaxias.
Luego
se sienta en un banco
a
ver cómo el sol riega las calles
con
su manguera de fotones
hasta
que se cansa y se dedica
a
alguno de sus pasatiempos favoritos:
incendiar
algún arbusto
separar
las aguas de los charcos
multiplicar
salmones y baguettes
convertir
el agua mineral en vino tinto
todas
esas cosas que le gustaba hacer
en
sus buenos tiempos.
Los
domingos por la tarde
Dios
juega a la petanca
con
sistemas planetarios muy lejanos.
Los
lunes madruga,
baja
andando al bar de siempre
y
se toma un carajillo
luego
se gasta en una tragaperras
algunas
trayectorias de los átomos.
Dios
está mayor,
se
aburre
a
veces se queda dormido
en
cualquier parte
la
última vez mientras roncaba
en su sillón de nubes
aquí
abajo pasamos
dos
guerras mundiales
veinticinco
terremotos
y
algunos genocidios.
El
pobre ya no habla con nadie
y
cuando la gente reza
sube
el volumen de la lluvia.
Cada
vez recuerda menos cosas
y
ya no es tan omnisciente
como
cuando era joven.
Son
las cataratas del Niágara
las
que tapan sus pupilas
los
bosques nevados de Siberia
las
canas que le han salido en la cabeza
el
cambio climático
sus
problemas de la próstata.
Él,
que puso en pie la gravedad
que
alicató el solito la Vía Láctea
que
en su divina juventud
fue
un Dios salvaje
de
esos que por un pequeño enfado
desataban
sin pensar El Gran Diluvio
y
ahora, pobre
ya
no le quedan fuerzas
para
tanta omnipotencia.
Dios
está muy pero que muy mayor
cada
vez que sale de la ducha
y
se mira en el espejo
se
vuelve un poco más ateo.
El
día que Dios se muera
no
habrá grandes funerales
ni
un coro de alondras y cigarras
entonando
un réquiem
ni
una bella explosión de supernovas
Dios
se apagará despacio
en un tímido rincón de su universo
en un tímido rincón de su universo
con
la misma sencillez
con
que se apaga la luz de la cocina
sin
hacer apenas ruido
lentamente
como
se apagan siempre
las
grandes ilusiones.
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