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lunes, 29 de diciembre de 2014

Algo más que poner el lavavajillas


 Quisiera  traer del pescuezo una vaca naranja algunos días
colocarla en mitad del salón
justo delante de tus ojos
y decirte  ¡mira, traigo una vaca naranja¡

Me gustaría construir el Taj Mahal  mañana encima de la estantería
con las páginas de todos  estos libros que acumulo
en los que me sigo mirando, ¡qué pesado¡
como si las palabras fueran aspirinas.

Quisiera sacar  fuerzas para robar una estera colorista
al jefe supremo de la tribu de los Yanomami
y ponerla debajo de tus pies dormidos
justo un segundo  antes de que pises el parqué
tan lleno de arañazos.

Qué grande si tus cansados ojos  al llegar del curro
pudieran contemplar cómo termino el Guernica en la pared del baño.
Si un martes cualquiera por la noche
fuera capaz de representar Hamlet en un inglés completely perfect
yo solito haciendo de príncipe, de Ofelia
de espectro y también de calavera.

Ojalá  supiera tocar un instrumento que no existe
o mejor aún, fabricarte un saxofón, tu favorito,
con  todas las latas de atún en aceite vegetal
que nos comemos.

Pero no puedo
estoy cansado
el tiempo es un ejército de yaveremos  y de mañanahablamos
y me mata con esa rara constancia de la mancha en la pared.

Así que a falta de verdaderos logros
te ofrezco lo poquito que atesoro
mi torpe pero honrado patrimonio:
esta lengua, esta nariz, estas orejas
y estos dos ilusionados ojos
que a tu lado  tienen ganas
de mirar esta película del mundo
hasta que ascienda tarde
ya muy tarde
lentamente y poco a poco
la palabra FIN
del horizonte.
.


sábado, 27 de diciembre de 2014

Aleatorio 28 de diciembre




El día 28 de Diciembre en Aleatorio estaremos recitando el amigo David Bobis y yo mismo. Puedes quedarte en casa rezando a los santos inocentes, con tus amigos polvorón y espumillón o venirte a escuchar unos poemillas güenos de la muerte. No es broma.


domingo, 14 de diciembre de 2014

Agradecimientos interiores


Queridísimo cerebro no sabes cómo te agradezco
ese afán por entender hasta el último punto suspensivo de este mundo.
Tu hospitalidad con la filosofía  y con los ibuprofenos
tu culo de mal asiento
los asaltos de Lucidez, esa ladrona,
pero también los medaigual, los nocomprendonada
y  los quierodormir tranquilamente.

Alguno de esos  sitios que escondes  y que solo yo conozco:
las praderas con sol y con columpios
en mitad del tráfico humeante de todas tus neuronas.  
Las humildes  flores amarillas
que te crecen silenciosas e imposibles
en la cuneta de una autopista llamada Miguel Martínez
y que son lo mejor de todo esto.

Apreciado hígado
molino de mis noches increíbles
hemos hablado muchas veces
y espero que algún día me perdones
siempre recordaré  las mañanas de domingo
en que tú te levantabas el primero
y te ponías a limpiar los restos del naufragio  
mientras yo en la cama
seguía  durmiendo como un mono.

Admirados  pulmones ,
cómo explicaros
que pienso en vosotros y suspiro y respiro y suspiro y vuelvo a respirar
que sois mis alas negras
que pelearemos juntos esta guerra
mientras nos quede un átomo de oxígeno.

Estimado bazo a ti quisiera agradecerte…
 lo que sea que deba agradecerte
y que ahora mismo no recuerdo exactamente.

Queridos  estómago,  riñones, vejiga, páncreas
intestinos de todas longitudes y colores
somos un equipo
mi más sincera admiración
por no haberme traicionado todavía
todos  sabéis de lo que estoy hablando .

Y a ti,
extraño carpintero de mis horas
laborioso corazón
panadero de mi hoy por la mañana
a ti
mi pequeño sapo de sangre
¿qué decirte?
Te mando todo  mi amor y mi respeto
pero solo un abrazo muy rápido
porque siempre te veo demasiado atareado
y no quisiera por nada del mundo  
interrumpirte .


domingo, 7 de diciembre de 2014

Ella y yo


 Al principio, cuando nos conocimos
hará casi seis años
apenas salíamos del cuarto
nos pasábamos la noche en plan salvaje
yo con más entusiasmo que otra cosa,
ella con mucha más paciencia,
juntos y felices bajo las sábanas blancas
de un nuevo documento de Word.
En la ventana un cielo absurdo de metal fundido
y en aquella mesa siempre, mi ron oscuro
con una pizca de coca-cola.

Pasado el tiempo de las primeras veces
nos saludamos hoy sin tanta retórica fingida
sin Baudelaire, ni Rimbaud, ni Gil de Biedma
mirando desde el mueble lo que hacemos.
Convivimos en dóciles mañanas de domingo
arrebatadas para siempre a la resaca.

Ella lleva mucho menos maquillaje
sostiene en la cocina su café cortado
con esa bata, esas pantuflas
y esas ojeras tremendamente  azules

Y yo la miro y no sé cómo explicar
que sea capaz de forrar de espuma  
el fondo de todos mis precipicios  
y hacerlo con una media sonrisa
que no conduce a ninguna parte.

No sé si será el amor de mi vida
o un modo menos afilado de hacerme viejo
pero una cosa es cierta
no nos va mal del todo
la Poesía y.yo tenemos
un prometedor pasado por delante.