El hombre normal tiene mujer o hijos escucha la radio o ve la tele por las noches cerveza o cafeína en las mañanas, manchas de dios o de tos en el periódico, treintaicinco años trabajando en la Peugeot le cuenta a sus amigos y se ríen y sorben la cerveza como anfibios pero a él no le hace gracia vuelve los párpados hacia dentro y contempla ese enorme agujero. Treintaicinco años trabajando en la Peugeot Hasta que hoy por vez primera durante unos pocos segundos el hombre normal no sabía, miraba fuera del vagón, -ahora lo cuenta-, “no sé si voy o vengo del trabajo” no sé si me espera mi mujer o el jefe por unos pocos segundos “¿voy o vengo?” Sus amigos se reían, que más da, Él no sabía,…. que más da. ¿Iba o venía,…? Hacia la cuerda floja o el revólver, ¿iba o venía?, hacia el cura o la placenta, hacia el cristo o el forúnculo, hacia la verdad o la fregona, qué más da ¿iba o venía?,hacia el cielo o el sobaco, hacia la timidez o el rio, hacia el santo o la riqueza, ¿iba o venía?, qué más da, hacia el siglo o las ladillas, hacia el niño pelirrojo o la inflación ,hacia la lejana epidermis o la parca, ¿iba o venía?, qué más da, hacia el quinto pino o la subnormalidad, hacia el calambre o la pirámide de Keops, ¿iba o venía?,qué más da, voy o vengo, hacia la mujer o el jefe, qué más da, sus amigos se reían, qué más da… pero a él no le hacía gracia.