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martes, 30 de octubre de 2012

Entre Deméter y Afrodita


Sentado aquí
sobre la taza fría de loza blanca
como todas las mañanas rosadas del mundo
he pensado en mi vida.

En la temprana intromisión de la conciencia
a través de esas grietas
por las que hoy
se  me derraman los nervios,
he pensado en la soledad
como un disfraz pegado bajo la última piel,
en la serenidad y sus  mariposas de cemento,           
en la ilusión con su sencillo traje de costuras rotas.

He pensado en mis poemas,
en todas las palabras que he guardado
como uno de esos viejos idiotas
que acumulan escopetas sin propósito de sangre,
tan solo para darles lustre.

He pensado en el amor,
esa inmensa ballena negra, reluciente
que te traga y te refugia
pero no se acuerda de tu nombre.
He pensado en ti.
He pensado… en  lo que me mataba de ti
que era tu puta cinética
tu manera de convencer al aire
tu manera de coger un boli, por ejemplo,
como si diecisiete bailarines rusos
te hubieran asesorado sobre el tema.

Y para colmo todo estaba en mi mirada.
Y he seguido pensando en ti…
un rato más
antes de tirar de la cadena. 

3 comentarios:

  1. Muy, muy bueno. Eres incisivo y preciso. Me encanta.

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  2. Gracias estela, me anima mucho tu comentario. Un abrazo

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  3. "Tu manera de convencer al aire".....me encanta ese verso....y el de los diecisiete bailarines rusos asesorando....Las palabras guardadas...profundo ese verso.

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